La actitud de preferencia por nosotros mismos supone querernos y aceptarnos con nuestras limitaciones, centrándonos en nuestras oportunidades sacándoles el máximo provecho. Ser autoindulgentes y practicar un egoísmo sano.
Aunque somos seres sociales y queremos gustar y caer bien , podemos hacerlo sin perder de vista que nuestra propia forma de ser y sentir no puede ser traicionada.
Asimismo debemos entender que las otras personas también tendrán su sistema de preferencias y que no podemos cambiarlas,por lo que ante las decepciones debemos entender que no somos responsables de las decisiones de los demás, si no se logra una adaptación, siempre tendremos la opción de alejarnos.
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