Es una tarea imposible gustar a todos, y pretenderlo es agotador y contraproducente.
Para empezar nos obliga a dejar de ser nosotros mismos según con quien estemos,para poder adecuarnos a lo que los demás esperan de nosotros ,lo que nos priva de nuestra riqueza personal, y ademas acostumbra a los demás a cumplir con sus expectativas,por lo que cada vez son mas exigentes y se hacen fuertes a nuestra costa.
Terminamos siendo esclavos de aquellos con los que nos relacionamos para ganar y mantener esa ansiada aprobación.Y esta actitud servil dejos de ser atractiva termina por cansar a los demás que intuyen falta de autenticidad en nuestro comportamiento.Ese intento de complacer se percibe como "falsedad" aunque no sea nuestra intención.
Nos ponemos en situación de dejarnos manipular por los demás a todos los niveles pues no querremos decepcionarlos.
Es preciso relajarse al tratar con los demás , darse cuenta que comunicarse con alguien de forma positiva es posible sin necesidad de tener que gustarle o estar de acuerdo en todo.Sencillamente variará la profundidad que alcanzará esa relación , en atención de la afinidad entre ambos,pero podemos mantener relaciones muy enriquecedoras con muchas personas distintas si dejamos la ansiedad de tener que aparentar y sencillamente disfrutamos de esos encuentros.
Ten presente que no necesitas la aprobación de los demás en ninguna faceta de tu vida.
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