El enfado nos pone de manifiesto nuestra personalidad, lo que nos gusta o disgusta, si somos más tolerantes con algunos temas o menos, y si hay cosas que no estamos dispuestos a permitir.
Como todas las emociones hay que ponderarlas
y canalizarlas de un modo razonable.
Tan malo es callarse y aguantar lo que no nos gusta ,como enfadarnos por todo o de un modo exagerado llevando el enfado a conductas agresivas o al terreno de la ira.
1º Analiza la situación para saber exactamente que es lo que no te gustó.No te averguences por enfadarte es algo normal.
2º No permitas que ridiculicen tu postura.Mantente firme en ella.
3º Trata de hacer saber lo que te molesta para que no vuelva a repetirse.
Enfadarse con otra persona debe servir como puente de comunicación y para afianzar los pilares en los que se asiente la relación pero no como conducta repetitiva y circulo agresivo.
No podemos estar continuamente recordándole a alguien que no nos gusta su comportamiento, si no es algo puntual quizás sea hora de replantearse si queremos seguir teniendo esa relación, y de tratarse de relaciones no optativas , principalmente familiares, sería el momento de pasar a la acción, tomando posturas que nos permitan alejarnos de las conductas que nos afectan.
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